-Aquí está su recompensa, Édgar -dijo el agente Roldán y dejó la bolsa sobre el andén.
-¿Qué? -dije sin dar crédito a mis ojos-. ¿Papás Noel?
-¿Qué quería? ¿Dinero? La policía está corta de recursos. Incautamos droga y contrabando. Sobró algo de contrabando.
-Casi me matan desarticulando la banda de Wang. Fue un trabajo duro.
-Pues tendrá una gran Navidad gracias a él.
-Pero… pero… ¿Qué voy a hacer con todos esos Papás Noel?
-Decore la sede de la agencia de detectives. Es un poco gris. Hay que celebrar la Navidad.
-Si los vendo no me van a dar nada -dije y me rasqué la cabeza.
-Jeje, eso mismo pensó mi teniente.
Expulsé aire por la nariz, indignado por la situación.
-Lo único que se me ocurre es regalarlos -dije finalmente.
-Excelente, Édgar. ¿Si vio? Le sirvieron. Ya se contagió del espíritu navideño.
[Édgar Duarte]